domingo, 9 de diciembre de 2007

Por ejemplo a París

Mi lógica no entra en tu mundo. Posiblemente mi lógica no entre en el mundo de nadie. Ni siquiera en el mío. Posiblemente no exista tal cosa y no sea más que una montaña de prejuicios que construimos como construimos la certeza de que hay una lógica y un mundo. Esa lógica y ese mundo que construimos para asegurar nuestra asepsia.
Sólo aquél cuya pieza encastre perfectamente en la nuestra podrá ver y mostrar un mundo y una lógica completos y de formas armoniosas. No tengo mundo y mi lógica es cambiante, más bien amorfa. Por eso no entra, es una pieza flexible y gelatinosa que se deforma sin amoldarse y rebalsando por todos lados. Por eso mi lógica no entra en tu mundo.
Ni yo.
Quiero irme lejos otra vez.
Esto fue antes de los besos.
Y después sigo queriendo irme lejos, nada cambió realmente.

6 comentarios:

el_iluso_careta dijo...

fascinante....

el_iluso_careta dijo...

siempre irse lejos...

Santiago Javier dijo...

El problema es preocuparse para encajar, ¿ en que? ¿ No es mejor sentirse un outsider?

Mou dijo...

Gracias iluso por su visita.

Santi: Sí, supongo que es mejor ser un outsider, pero en el contexto en que surgieron esas palabras yo me sentía (y se lo dije a mi interlocutor) una outsider incluso entre los outsiders. Tampoco entre ellos funciono naturalmente, no me opongo al sistema ni propongo modos alternativos. Soy funcional a un sistema que rechazo instintiva pero no activamente. No me identifico, no pertenezco a ningún ismo y aunque en el discurso suena romántico y combativo, se corre el riesgo de terminar solo y rodeado de fantasmas informes.

Santiago Javier dijo...

Sí, estoy de acuerdo con vos. Yo ahora prefiero ir saliendo un poco del outsider, necesito al menos pertenecer algún ámbito, aunque siempre conservando mi independencia. Quedarse muy solo engendra fantasmas, y es el camino directo a la locura, que sonará romantico, pero es horrible, el loco es un tipo que vive muy aislado.

Katherine R. Vasquez Tarazona dijo...

Segura no me quedo con eso que no te quedo nada. Al menos tienes los besos.