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¿Quién lo hubiera dicho?
Un reciente estudio de la Universidad de Río de Janeiro (y la vía) demostró que un clavo no es lo más efectivo para sacar otro clavo: se necesita uno de esos martillos que de un lado tienen dos piquitos.
2 comentarios:
O, en su defecto, una tenaza.
¡Cómo me gustan estas cositas!
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